¿Hace cuánto fue hablado el quechua originario?


Así, dependiendo de cuán similar es el quechua en una región u otra, podemos determinar a qué ‘generación’ pertenece dentro de la familia. Así, los lingüistas pueden obtener una idea de los orígenes e historia del quechua, a partir de examinar detalladamente cuán diferentes son sus formas en las diferentes regiones. Incluso, resulta posible determinar de modo aproximado hace cuánto —hace cuántas ‘generaciones de lenguas’— es que la gente en algún lugar de los Andes habló el quechua originario, lengua de la cual descienden todas las variedades regionales modernas del quechua.


Sabemos que las lenguas cambian en el tiempo y que, mientras más tiempo pase, más diferentes llegarán a ser. Entonces, si vemos cuán similares son las lenguas, podemos obtener alguna idea (aunque no precisamente fechas exactas) de hace cuánto es que la lengua que fue su ancestro viene diversificándose como para que sus ‘descendientes’ hayan llegado a un grado de diferenciación determinado hoy en día. Es decir, por cuántas generaciones ha pasado esta familia y si son las lenguas descendientes ‘hermanos’, ‘primos hermanos’ o, más distantemente emparentados, ‘primos lejanos’ dentro de la familia en cuestión.


En principio, necesitamos echar una mirada a otras familias de lenguas donde sepamos con certeza, a partir de documentación histórica, hace cuánto fue que se diversificaron. Nuevamente la familia romance resulta ser la ideal, dado que sabemos cuán diferentes son cada una de sus lenguas en la actualidad. Además, conocemos el hecho histórico de cuándo fue que su ancestro común, el latín, se diversificó: lo cual ocurrió hace más de dos mil años, desde que los antiguos Romanos expandieron su latín hacia nuevos territorios fuera de Roma, como España, por ejemplo. El resultado de dos milenios de divergencia es que en la actualidad cada lengua romance es verdaderamente muy diferente de las demás: castellano, italiano, portugués, francés, entre otras.


No dejemos de recordar que ya hace varios siglos que el mismo castellano se ha expandido por el mundo y que el proceso de divergencia ya ha empezado de nuevo: hoy no se habla castellano de la misma manera en las diferentes regiones del mundo. Dependiendo del lugar de procedencia de la gente, cada quien puede tener un acento distinto de castellano, un acento chileno, un acento mexicano, un acento peruano y, quizá el más famoso de todos, un acento de Buenos Aires, “che”. (En realidad, che es originariamente una palabra prestada de las lenguas indígenas tupi-guaraní, cuyo significado es hermano). Incluso dentro de un mismo país, como Perú, por ejemplo, la gente puede tener un acento cuzqueño, o andino, y decir ‘pollo’ (con una elle muy marcada), ‘asco’, ‘afto’; o, de otro lado, podría tener un acento limeño, o costeño, y decir algo así como ‘poyyo’, ‘ahco’, ‘apto’.

En este caso, también sabemos acerca de la historia de hace cuánto el castellano se ha expandido por el mundo y de cuándo fue que se diversificó: más o menos desde la época de Colón, aproximadamente hace quinientos años. Desde que se iniciaron las diferencias entre las formas regionales y nacionales de castellano alrededor del mundo ‘apenas’ han pasado aproximadamente quinientos años de cambios, y el resultado es que estas diferencias siguen siendo mucho más pequeñas que las existentes entre el castellano y el italiano, o el francés, las cuales llevan más de dos mil años de desarrollo.


Ahora comparemos estos dos casos con el quechua. No es fácil medir con exactitud cuán diferentes son las lenguas (aunque ello es lo que intentaremos en una siguiente etapa de nuestra investigación Sonidos de las lengua andinas), pero por lo menos podemos decir que las diferentes formas regionales de quechua de Cuzco y Chavín son claramente mucho más diferentes unas de otras que las diferentes formas regionales de castellano alrededor del mundo, y que son casi tan diferentes entre sí como lo son el castellano, el portugués y el italiano. En otras palabras, el nivel de diversidad al interior del quechua es más proporcional al nivel de diversidad dentro del romance que al que ocurre dentro del castellano. Así, basta una simple comparación para notar claramente que el quechua originario debió haberse diversificado durante un periodo más aproximado a los dos mil años del romance, que a los apenas quinientos años del castellano. Ciertamente, todo ello quiere decir que el quechua viene expandiéndose y divergiendo desde mucho antes de la presencia del Imperio de los Incas.


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