¿Por qué se llama quechua?



Los datos etnohistóricos nos indican que a la llegada de los españoles la lengua oficial del imperio incaico no tenía una designación genérica,siendo considerada por sus súbditos como la lengua por antonomasia,frente a los demás idiomas particulares,regionales o locales,sobre los cuales había logrado imponerse muchos antes de la dominación cuzqueña. Su uso amplio y generalizado en los vastos territorios del imperio fue algo que impactó desde un principio a los conquistadores,que no vacilaron en calificarla como “lengua general”:así es como la designan los historiadores tempranos,incluso el propio Inca Garcilaso. 


Al lado de dicho membrete de corte fundacional,también será nombrada como “lengua del Cuzco” o “del Inga”,designaciones algo más tardías que surgieron,desde la óptica de los pueblos sometidos por los incas,al haber éstos afianzado su propagación,pues en verdad,como se verá,ni la lengua era originaria del Cuzco ni los incas (no,al menos,los de la dinastía mítica)fueron los hablantes originarios de ella,y,en cambio,se apoderaron de la misma como herramienta eficaz para consolidar sus dominios.De otro lado,la designación de runasimi,que todavía muchos historiadores modernos creen que fue la nominación genuina(es decir,nativa),es aún más reciente,en la medida en que fue acuñada luego del establecimiento del régimen colonial,para oponerla a la castilla-simi o lengua castellana,con la connotación de “lengua del indio”,pues runa pasó a significar “indio”,por encima de su designación genérica de “gente” o “persona”. 


¿Cómo y cuándo surge entonces el nombre de quechua? 
Tal designación,a decir verdad,correspondía al uso que de ella hacían los propios cuzqueños para referirse a la lengua del grupo étnico de los quechuas que habitaban el noroeste del Cuzco y con los cuales habían entrado en contacto luego de la peligrosa invasión de los chancas.Que ello era así nos lo dice el propio Cieza de León,gran experto en la averiguación de antiguallas,cuando todavía podía entrevistar a los orejones cuzqueños que habían conocido a Túpac Inca Yupanqui. Al cabo,sólo bajo el reinado de éste (o tal vez cuando imperaba Huaina Cápac) se había oficializado la lengua,de clara procedencia chianchaisuya.


Pues bien,es dicha designación de sabor étnico y ecológico (qichwa “zona templada”,y, por extensión,”habitante de ella”) la que sería recogida por los españoles y consagrada en letras de molde por el primer gramático quechua,fray Domingo de Santo Tomás,en 1560.Primeramente como qichwa,y como quechua después (luego de una campaña en favor de una pronunciación a la cuzqueña),el nombre logrará imponerse sobre las otras designaciones,más genéricas pero al mismo tiempo imprecisas,en medio del conglomerado de lenguas y dialectos que “bolvieron a nascer” (según expresión de Blas Valera) tras el desmantelamiento del aparato administrativo incaico.


El uso de la variante quichua quedará,como una designación arcaizada,en la otrora periferie del Tahuantinsuyu:en el Ecuador y en la Argentina.Por lo demás,el empleo de qheswa y variantes de que hacen gala los intelectuales cuzqueños no es sino el resultado de una “puesta al día” inadvertida del nombre,acorde con los cambios sufridos por el dialecto local entre fines del siglo XVII y comienzos del XVIII,debidos en parte a una influencia aimara:es como si en lugar de seguir llamando (y escribiendo) castellano a la lengua peninsular quisiéramos ”modernizarla” como casteyano o incluso cahteyano.Sobra decir que ello ocurre cuando se ha perdido la perspectiva histórica,defecto de que lamentablemente adolecen ciertos historiadores y académicos cuzqueños. 
Autor:De Pasado y presente del quechua del lingüista Rodolfo Cerrón Palomino.

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